61 años de trabajo bajo la premisa de la innovación enfocada en la satisfacción del cliente, hicieron de RENO una marca líder que continúa creciendo y lo hace sobre los pilares de la calidad, el diseño y el trabajo en equipo de todos sus integrantes.
La historia detrás de RENO
Desde sus inicios como carpintero en el galpón detrás de una vivienda de la ciudad de Álvarez, Reno Arcadigni, fundador de la marca, supo que un sistema industrial de trabajo era la clave del crecimiento y la excelencia.
Su meta era clara, contar con un tipo de fabricación industrializada que aportara precisión a los muebles, pero que a su vez permitiera una experiencia personalizada a cada uno de sus clientes.
La tenacidad y la visión estratégica se unieron para hacer de RENO, sólo dos décadas después de su aparición, la primera empresa argentina en ofrecer amoblamientos modulados.
La antigua carpintería se convertía así en Amoblamientos RENO.
El diseño como diferenciador
Fabricar lo que permiten las maquinarias o diseñar, adaptarse y tecnologizarse para ofrecer lo mejor fue el dilema de respuesta simple para RENO. Sin dudas la segunda opción.
Recién iniciada la década del `80, comenzó una fuerte apuesta al diseño y a la innovación de materiales. Vidrio, aluminio y propuestas totalmente renovadas colocan a la empresa a la vanguardia del mercado de amoblamientos.

Así, se hacía realidad la visión de Reno Arcadigni, productos de alta calidad, con terminaciones de precisión, diseñados siguiendo las tendencias del mundo y con la posibilidad de que cada uno de los clientes pudiera obtener un mueble adaptado a sus gustos y necesidades.
La conjugación perfecta entre la industria y aquella carpintería que lo vio dar los primeros pasos en el mercado.
Del tradicional distribuidor a las franquicias
Para que el círculo virtuoso que soñaba Reno y su familia, pudiera estar completo, el cliente debía vivir una experiencia y no sólo recibir un mobiliario.
Comienza a funcionar un sistema de colaboración entre dos socios independientes, las franquicias.
Cada consumidor final tiene la posibilidad de contactarse con quienes se vinculan en forma directa con la planta de producción. Los pedidos de construcción llegan allí identificados con el nombre y apellido de quien lo solicita, porque tendrá las características que pidió y decidió junto a una de las franquicias RENO.
Pero el proceso no termina hasta que los muebles se empiezan a vivir en cada hogar que confía en la empresa, la colocación es un paso más, y de los más importantes para que la experiencia esté completa.
Todo se trabaja en conjunto, en permanente comunicación, posibilitando que las sugerencias y deseos de los clientes lleguen rápidamente del salón de ventas a la planta. De la misma manera, cada innovación, cada nueva propuesta de RENO está en forma inmediata a disposición de los clientes en cada una de las más de 30 franquicias que posee la marca.
Una familia de 200 integrantes
La familia es la célula fundamental de la sociedad, y en RENO es la base de un negocio que creció sin abandonar jamás valores primordiales como la vocación de servicio, el respeto mutuo, la calidez y la confianza.
Sobre esos pilares se construyó una empresa que hoy cuenta con unos 200 integrantes a los que se suman la red de franquicias, que como nos gusta decir “agrandan la familia”.
A nuestros 61 años de vida, estamos orgullosos de ser lo que somos, de crecer y desarrollarnos, de sumar generaciones y mirar siempre al futuro sin olvidarnos jamás de lo que fuimos, porque allí está nuestra esencia, así construimos cada día la familia RENO.