El dormitorio no es solamente un lugar donde dormir. Es un espacio intimo y muy especial. Allí nos cambiamos, preparamos cada día, leemos, miramos tele o simplemente descansamos. Por eso debe ser un lugar acogedor para estar cómodos y en eso la iluminación tiene mucho que ver. A rasgos generales es importante pensar en una luz general potente, una luz tenue para ver películas o una luz dirigida para leer en la cama antes de dormir. Te ofrecemos algunas ideas para acertar con la luz e iluminación para cada momento.
Luz ambiente y cálida
Es fundamental equilibrar el ambiente entre una buena iluminación natural y artificial. La habitación debe contar con al menos una ventana grande donde pueda ingresar luz solar cada día. Por otro lado, al momento de elegir el tipo de luz artificial siempre optar por luces cálidas y no frías. La iluminación cálida emite una luz suave que recuerda al color ambar y por eso se utiliza para producir atmósferas acogedoras, íntimas y relajantes.
Iluminación para leer
Si disfrutas leer en la cama, y además dormis en pareja, es importante pensar la iluminación de tu dormitorio de manera que puedas realizar actividades sin molestar ni despertar al otro. Una buena idea es colocar veladores a ambos lados de la cama. Pueden estar colgados en la pared o simplemente en las mesitas de luz.
Iluminación para el placard
En este mismo sentido es bueno tener una luz tenue sobre el placard donde vestirse cada mañana sin alterar el sueño de nadie. Aquí no solo se guarda la ropa, sino que también elegimos que ponernos y nos cambiamos. Por este motivo se necesita una iluminación especial. Lo suficientemente intensa como para ver con claridad las prendas que tenemos en el placard, y poder encontrarlas rápidamente. También es necesario que la luz nos permita reconocer los colores sin problemas, y que no proyecte sombras sobre el espejo cuando nos miremos en él.