Carteras en los respaldos de las sillas, ocupando percheros, en el sillón del living o en algún rincón. Éstas son postales habituales si no podés evitar comprar carteras y bolsos.
Cada vez que salimos comienza el ritual de buscar “esa” cartera, la que combina con el atuendo del día pero que seguramente no sabemos dónde está.
Una vez más, el método KonMari tiene algo para proponernos.