La heladera es parte de la cocina, una bastante esencial y sin la cual se nos hace difícil concebir la vida moderna. Cómo ordenarla y por qué está compuesta de determinada manera es algo de lo que poco sabemos.
El instinto o la tradición nos lleva a organizar el refrigerador de determinada manera. Sin embargo, lo cierto es que todo está diseñado minuciosamente y siguiendo patrones muy útiles.
La temperatura, la humedad y la ventilación determinan el modo en que debemos organizar los alimentos en ella. Cómo hacer para que se mantengan frescos y se conserven más tiempo es de lo que en definitiva vamos a hablar aquí.
LIMPIEZA
Antes de empezar a hablar sobre las mejores formas de ordenar la heladera, tenemos que comenzar por el principio: la limpieza.
De nada servirá un perfecto orden si el refrigerador se encuentra en malas condiciones de higiene.
Es importante sacar todo lo que haya dentro. Y con todo también nos referimos a las rejillas, estantes y cajones. Una limpieza en profundidad, al menos una o dos veces por mes, es esencial para evitar los malos olores y la proliferación de hongos y bacterias.
ORDEN
En primer lugar debemos aceptar que la heladera no es una alacena, y por tanto no da igual dónde o cómo organicemos su contenido. Que cada cosa esté en el lugar indicado permitirá que la temperatura se distribuya equitativamente, y por lo tanto, mejora la conservación de alimentos.
Las temperaturas bajas lentifican la reproducción de bacterias. Sin embargo, es necesario saber que no todos los alimentos se descomponen con la misma rapidez. Una vez más, no da igual dónde los coloquemos.
Como es sabido el aire frío “desciende”, por eso, todos los alimentes que requieran mayor refrigeración deben colocarse abajo.
Las carnes de todo tipo son muy perecederas. Esto significa que debe mantenerse en baja temperatura. Para eso, el mejor lugar es en el estante que se encuentra sobre el cajón de las verduras. Generalmente, éste es de vidrio o de algún material de fácil limpieza. Evita también el goteo de los jugos, que puede resultar sumamente contaminante para otros alimentos.
Las verduras y las frutas encuentran su mejor lugar en la parte baja de la heladera. Los cajones reservados para ellas son definitivamente el lugar indicado. Evitando además, que se congelen.
En los estantes medios se pueden colocar lácteos, huevos y pastas. Aquí es importante un detalle, es mejor colocarlos retirados de la puerta, para evitar que pierdan frío cuando ésta se abra.
Los estantes de las puertas son ideales para los condimentos y aderezos y las bebidas. En general no requieren temperaturas tan bajas aunque sí refrigeración. En todos los casos, abrir lo menos posible la heladera y por períodos cortos, sigue siendo una buena recomendación.
Esos estantes se pueden utilizar, también, para los quesos, que pueden encontrar su lugar en los estantes superiores como una excelente alternativa.
UN DATO MÁS…
El congelador es el lugar para los alimentos que deban ser conservados por varios días. También para los que por su composición requiera alcanzar mucho frío. Este es el caso de la carne cuando no se consumirá en forma inmediata.
Sin embargo, cuando se retira del congelador ya no se la puede volver a congelar. El crecimiento de bacterias que esto provoca puede convertirlas en no aptas para el consumo.
IDEAS UTILES
Te damos algunos tips que pueden ayudarte a mejorar no sólo el orden, sino también la conservación de los alimentos.
– Utilizá recipientes plásticos con tapas. Con esto evitás que absorban olores y sabores y conservan su calidad.
– Usá el etiquetado de recipientes como una manera de saber lo que hay disponible y la fecha en la que fue elaborado. Así, todo se aprovecha de mejor maneras, evitando desperdicios. Revisar la heladera periódicamente es un hábito que aporta en este mismo sentido.
– Limpiá al menos una o dos veces la heladera. Esto es fundamental para mantener la higiene y el orden.
– Una recomendación para disminuir aún más la posibilidad de malos olores, es colocar una taza con bicarbonato de sodio en el interior de la heladera. Nunca en las puertas, sino hacia el fondo y en los estantes medios o bajos.